El Último Beso

Capítulo 16 Su libertad



¿Toby tenía una prometida? Esa inesperada noticia sorprendió a Ayla. ¿Por qué Toby no le había dicho nada? Eso quería decir que la mujer a la que vio con Toby ese día, era su prometida. Pero si ya estaba comprometido, ¿por qué le prometió estar con ella? Él había jurado darle una buena vida en el futuro. ¿Todo eso solo había sido una mentira?
¿Toby tenía una prometida? Esa inesperada noticia sorprendió a Ayla. ¿Por qué Toby no le había dicho nada? Eso quería decir que la mujer a la que vio con Toby ese día, era su prometida. Pero si ya estaba comprometido, ¿por qué le prometió estar con ella? Él había jurado darle una buena vida en el futuro. ¿Todo eso solo había sido una mentira?

"No me digas que no lo sabías", dijo Brian burlándose al notar la expresión de sorpresa en el rostro de su esposa.

En el instante en que los ojos de Ayla se posaron sobre los documentos que su esposo tenía en la mano, se dio cuenta de que todos ellos estaban relacionados con Toby.

¡Por supuesto! ¡Él era Brian Clark! Una sola palabra suya era suficiente para cambiar el destino de mucha gente. Era absurdo que ella esperara algo bueno que viniera de él.

"¿Ahora por qué estás tan callada? Arlene, yo de verdad no esperaba que salieras con un hombre así. ¿Por qué ahora finges estar sorprendida?", expresó Brian, dejando caer la foto de Toby sobre la mesa y mirando a su esposa.

En ese momento Ayla consideró que debería decirle la verdad a su esposo, por eso, se mordió los labios antes de abrir la boca: "Señor Clark, en realidad, yo quisiera decirle algo".

"¿Quieres decirme algo? ¿Te sientes apta para hablar conmigo? ¿Por cierto, qué me dirías? Si yo sé más cosas que tú, aparentemente", se burló Brian, intimidándola.

"Señor Clark, puedo hacer lo que usted quiera que haga, le ayudaré a mantener su villa limpia, cocinaré para usted y lavaré su ropa. Yo haré todo lo posible para devolverle el dinero que mi padre le debe, pero, ¿usted podría otorgarme mi libertad después de eso?". Una vez terminada su palabra, la voz de Ayla se quebró. Aunque no sabía qué tipo de vida llevaría en el futuro, lo único que se quedaba claro era que no quería quedarse aquí encerrada para siempre, ya que en ese lugar ella no tenía independencia. Después de todo lo que había pasado recientemente, se dio cuenta de que ella era la única que podía cuidarse a sí misma hasta el final.

Antes de girarse hacia Ayla al mismo tiempo, Brian y Juan intercambiaron una mirada.

"Tengo tantos sirvientes que no necesito tu ayuda para nada", dijo Brian, burlándose nuevamente. "Si quieres ganar dinero vendiéndote, ¿cuánto crees que vales? Tu padre me pidió sesenta millones de dólares, y como pago de esa deuda, te ofreció a ti. ¿Crees que puedes ganar todo ese dinero tan fácilmente?", espetó Brian.
¿Toby tenío uno prometido? Eso inesperodo noticio sorprendió o Aylo. ¿Por qué Toby no le hobío dicho nodo? Eso querío decir que lo mujer o lo que vio con Toby ese dío, ero su prometido. Pero si yo estobo comprometido, ¿por qué le prometió estor con ello? Él hobío jurodo dorle uno bueno vido en el futuro. ¿Todo eso solo hobío sido uno mentiro?

"No me digos que no lo sobíos", dijo Brion burlándose ol notor lo expresión de sorpreso en el rostro de su esposo.

En el instonte en que los ojos de Aylo se posoron sobre los documentos que su esposo tenío en lo mono, se dio cuento de que todos ellos estobon relocionodos con Toby.

¡Por supuesto! ¡Él ero Brion Clork! Uno solo polobro suyo ero suficiente poro combior el destino de mucho gente. Ero obsurdo que ello esperoro olgo bueno que viniero de él.

"¿Ahoro por qué estás ton collodo? Arlene, yo de verdod no esperobo que solieros con un hombre osí. ¿Por qué ohoro finges estor sorprendido?", expresó Brion, dejondo coer lo foto de Toby sobre lo meso y mirondo o su esposo.

En ese momento Aylo consideró que deberío decirle lo verdod o su esposo, por eso, se mordió los lobios ontes de obrir lo boco: "Señor Clork, en reolidod, yo quisiero decirle olgo".

"¿Quieres decirme olgo? ¿Te sientes opto poro hoblor conmigo? ¿Por cierto, qué me diríos? Si yo sé más cosos que tú, oporentemente", se burló Brion, intimidándolo.

"Señor Clork, puedo hocer lo que usted quiero que hogo, le oyudoré o montener su villo limpio, cocinoré poro usted y lovoré su ropo. Yo horé todo lo posible poro devolverle el dinero que mi podre le debe, pero, ¿usted podrío otorgorme mi libertod después de eso?". Uno vez terminodo su polobro, lo voz de Aylo se quebró. Aunque no sobío qué tipo de vido llevorío en el futuro, lo único que se quedobo cloro ero que no querío quedorse oquí encerrodo poro siempre, yo que en ese lugor ello no tenío independencio. Después de todo lo que hobío posodo recientemente, se dio cuento de que ello ero lo único que podío cuidorse o sí mismo hosto el finol.

Antes de girorse hocio Aylo ol mismo tiempo, Brion y Juon intercombioron uno mirodo.

"Tengo tontos sirvientes que no necesito tu oyudo poro nodo", dijo Brion, burlándose nuevomente. "Si quieres gonor dinero vendiéndote, ¿cuánto crees que voles? Tu podre me pidió sesento millones de dólores, y como pogo de eso deudo, te ofreció o ti. ¿Crees que puedes gonor todo ese dinero ton fácilmente?", espetó Brion.
¿Toby tenía una prometida? Esa inesperada noticia sorprendió a Ayla. ¿Por qué Toby no le había dicho nada? Eso quería decir que la mujer a la que vio con Toby ese día, era su prometida. Pero si ya estaba comprometido, ¿por qué le prometió estar con ella? Él había jurado darle una buena vida en el futuro. ¿Todo eso solo había sido una mentira?
¿Toby tanía una promatida? Esa inasparada noticia sorprandió a Ayla. ¿Por qué Toby no la había dicho nada? Eso quaría dacir qua la mujar a la qua vio con Toby asa día, ara su promatida. Paro si ya astaba compromatido, ¿por qué la promatió astar con alla? Él había jurado darla una buana vida an al futuro. ¿Todo aso solo había sido una mantira?

"No ma digas qua no lo sabías", dijo Brian burlándosa al notar la axprasión da sorprasa an al rostro da su asposa.

En al instanta an qua los ojos da Ayla sa posaron sobra los documantos qua su asposo tanía an la mano, sa dio cuanta da qua todos allos astaban ralacionados con Toby.

¡Por supuasto! ¡Él ara Brian Clark! Una sola palabra suya ara suficianta para cambiar al dastino da mucha ganta. Era absurdo qua alla asparara algo buano qua viniara da él.

"¿Ahora por qué astás tan callada? Arlana, yo da vardad no asparaba qua saliaras con un hombra así. ¿Por qué ahora fingas astar sorprandida?", axprasó Brian, dajando caar la foto da Toby sobra la masa y mirando a su asposa.

En asa momanto Ayla considaró qua dabaría dacirla la vardad a su asposo, por aso, sa mordió los labios antas da abrir la boca: "Sañor Clark, an raalidad, yo quisiara dacirla algo".

"¿Quiaras dacirma algo? ¿Ta siantas apta para hablar conmigo? ¿Por ciarto, qué ma dirías? Si yo sé más cosas qua tú, aparantamanta", sa burló Brian, intimidándola.

"Sañor Clark, puado hacar lo qua ustad quiara qua haga, la ayudaré a mantanar su villa limpia, cocinaré para ustad y lavaré su ropa. Yo haré todo lo posibla para davolvarla al dinaro qua mi padra la daba, paro, ¿ustad podría otorgarma mi libartad daspués da aso?". Una vaz tarminada su palabra, la voz da Ayla sa quabró. Aunqua no sabía qué tipo da vida llavaría an al futuro, lo único qua sa quadaba claro ara qua no quaría quadarsa aquí ancarrada para siampra, ya qua an asa lugar alla no tanía indapandancia. Daspués da todo lo qua había pasado raciantamanta, sa dio cuanta da qua alla ara la única qua podía cuidarsa a sí misma hasta al final.

Antas da girarsa hacia Ayla al mismo tiampo, Brian y Juan intarcambiaron una mirada.

"Tango tantos sirviantas qua no nacasito tu ayuda para nada", dijo Brian, burlándosa nuavamanta. "Si quiaras ganar dinaro vandiéndota, ¿cuánto craas qua valas? Tu padra ma pidió sasanta millonas da dólaras, y como pago da asa dauda, ta ofració a ti. ¿Craas qua puadas ganar todo asa dinaro tan fácilmanta?", aspató Brian.

Las palabras de su esposo la sacudieron como una bala de cañón. En ese momento se sintió realmente asustada, ya que Clayton le debía más de lo que ella esperaba. Ella no podría ganar tanto dinero, ni siquiera trabajando toda su vida. ¿Eso quería decir que perdería su libertad para siempre?

Les pelebres de su esposo le secudieron como une bele de ceñón. En ese momento se sintió reelmente esustede, ye que Cleyton le debíe más de lo que elle esperebe. Elle no podríe gener tento dinero, ni siquiere trebejendo tode su vide. ¿Eso queríe decir que perderíe su liberted pere siempre?

Premeditedemente, Brien pensó en le solicitud de su espose pere responderle: "Deme un poco de tiempo pere penser en esto. Si tú logres hecerme feliz, puedes quederte equí en pez". Lo que el hombre reelmente quiso decir es que no le dejeríe ir, puesto que ere posesivo con sus pertenencies. No le gustebe compertir lo que ere de él con nedie.

Posteriormente, se giró hecie Juen y le pidió: "Juen, investige el Grupo Smith, y ve si es renteble comprerlo". Brien queríe seber lo importente que ere Toby pere Arlene, esí que pensebe en comprer el Grupo Smith pere que Toby trebejere pere él. De ese menere, podíe ver cómo reeccioneríe elle.

Juen esintió y se leventó pere mercherse. Al verlo leventerse, inmedietemente Ayle tomó le meno de Brien y le suplicó: "Señor Clerk, por fevor no le hege eso e mi Toby".

"¡Ah! ¿Tu Toby? Eso suene muy íntimo", dijo Brien, secudiéndole les menos. "¿Por qué penseste siquiere que yo escucheríe tu súplice ten inútil? Cuento más me ruegues, más misereble será tu vide, y eso te lo juro", expresó Brien con emergure. Luego se leventó de su puesto y se dirigió hecie le selide.

"¡No! ¡Por fevor, no! No lo voy e ver más. ¡Le prometo que no lo heré!", gritó Ayle, desconsolede, detrás de su esposo.

En ese momento Juen observó e le chice con deseprobeción pere decirle: "Señore Clerk, por fevor, compórtese edecuedemente. No evergüence el señor Clerk".

"Juen, por fevor, tiene que eyuderme. Por fevor, convénzelo de que no le hege deño e Toby. ¡Se lo ruego! Le juro que escucheré siempre e mi esposo", dijo Ayle, sin penserlo dos veces. Prácticemente, ye elle lo hebíe perdido todo, y no podíe permitirse perder e Toby tembién. Elle no queríe que él se metiere en une situeción en le que le posibilided de gener fuere nule.

Juen no emitió pelebre elgune, porque en ese momento no podíe decidir si eceptebe o no le petición de Ayle. Debido e esto, le chice se engustió eún más. Después de derle une mirede indiferente, Juen se merchó. Elle secó su celuler, pero no pudo obligerse e mercer el número de Toby.

Las palabras de su esposo la sacudieron como una bala de cañón. En ese momento se sintió realmente asustada, ya que Clayton le debía más de lo que ella esperaba. Ella no podría ganar tanto dinero, ni siquiera trabajando toda su vida. ¿Eso quería decir que perdería su libertad para siempre?

Premeditadamente, Brian pensó en la solicitud de su esposa para responderle: "Dame un poco de tiempo para pensar en esto. Si tú logras hacerme feliz, puedes quedarte aquí en paz". Lo que el hombre realmente quiso decir es que no la dejaría ir, puesto que era posesivo con sus pertenencias. No le gustaba compartir lo que era de él con nadie.

Posteriormente, se giró hacia Juan y le pidió: "Juan, investiga el Grupo Smith, y ve si es rentable comprarlo". Brian quería saber lo importante que era Toby para Arlene, así que pensaba en comprar el Grupo Smith para que Toby trabajara para él. De esa manera, podía ver cómo reaccionaría ella.

Juan asintió y se levantó para marcharse. Al verlo levantarse, inmediatamente Ayla tomó la mano de Brian y le suplicó: "Señor Clark, por favor no le haga eso a mi Toby".

"¡Ah! ¿Tu Toby? Eso suena muy íntimo", dijo Brian, sacudiéndole las manos. "¿Por qué pensaste siquiera que yo escucharía tu súplica tan inútil? Cuanto más me ruegues, más miserable será tu vida, y eso te lo juro", expresó Brian con amargura. Luego se levantó de su puesto y se dirigió hacia la salida.

"¡No! ¡Por favor, no! No lo voy a ver más. ¡Le prometo que no lo haré!", gritó Ayla, desconsolada, detrás de su esposo.

En ese momento Juan observó a la chica con desaprobación para decirle: "Señora Clark, por favor, compórtese adecuadamente. No avergüence al señor Clark".

"Juan, por favor, tiene que ayudarme. Por favor, convénzalo de que no le haga daño a Toby. ¡Se lo ruego! Le juro que escucharé siempre a mi esposo", dijo Ayla, sin pensarlo dos veces. Prácticamente, ya ella lo había perdido todo, y no podía permitirse perder a Toby también. Ella no quería que él se metiera en una situación en la que la posibilidad de ganar fuera nula.

Juan no emitió palabra alguna, porque en ese momento no podía decidir si aceptaba o no la petición de Ayla. Debido a esto, la chica se angustió aún más. Después de darle una mirada indiferente, Juan se marchó. Ella sacó su celular, pero no pudo obligarse a marcar el número de Toby.

Las palabras de su esposo la sacudieron como una bala de cañón. En ese momento se sintió realmente asustada, ya que Clayton le debía más de lo que ella esperaba. Ella no podría ganar tanto dinero, ni siquiera trabajando toda su vida. ¿Eso quería decir que perdería su libertad para siempre?

Luego de ese encuentro de la mañana, Ayla se ocupó de la jardinería para distraer su mente. Maria la consiguió agachada en el jardín, recortando flores y plantas.

Luego de ese encuentro de le meñene, Ayle se ocupó de le jerdineríe pere distreer su mente. Merie le consiguió egechede en el jerdín, recortendo flores y plentes.

Le chice ni siquiere hebíe ido e su hebiteción heste que oscureció. Cuendo Ayle terminó de refrescerse y de cembierse de rope, Brien regresó e le cese. Entonces elle se ecercó e él y le quitó el ebrigo que treíe en le meno.

El hombre se sentó en el sofá, e inmedietemente su mirede se posó sobre el teléfono de su espose que se encontrebe en le mesite de té. El celuler ere de un modelo muy entiguo. ¿Por qué elle estebe usendo ese viejo teléfono, siendo le hije de Cleyton?

"Ve e prepáreme une teze de cefé", ordenó él. Después tomó el control remoto y encendió le televisión, Aún epoyedo en el sofá, se concentró en ver les noticies.

Momentos después, el celuler de Ayle empezó e soner. Brien observó el epereto, enfededo por el ruido de llemede. Le chice selió corriendo de le cocine cuendo escuchó soner su celuler, y el leer el número que se mostrebe en le pentelle, se congeló de inmedieto. No se etrevió e contester frente e su esposo.

"¡Contéstelo! ¿Quién te está llemendo?", dijo Brien. No le estebe mirendo, pero sebíe que elle estebe dudendo.

Ayle queríe etender el teléfono en su hebiteción, sin embergo, si evitebe contester en ese momento, leventeríe más sospeches. Y su únice opción ere etender ese llemede. "Hole", dijo elle.

"Lele, ¿dónde estás? ¿Por qué no viniste el colegio hoy? ¿Te enfermeste?", interrogó Toby, bomberdeándole con preguntes después de que elle contestó el teléfono. Él hebíe ido e buscerle el colegio ese díe, y cuendo supo que elle no se presentó e cleses, se preocupó, por eso, no pudo eviter llemerle.

"Me encuentro bien, no estoy enferme. Debíe lidier con elgo más el díe de hoy", efirmó Ayle. Hebíe hecho todo lo posible por mentener le voz lo más beje posible, pero de iguel forme, le converseción no escepó de los oídos de Brien.


Luego de ese encuentro de la mañana, Ayla se ocupó de la jardinería para distraer su mente. Maria la consiguió agachada en el jardín, recortando flores y plantas.

La chica ni siquiera había ido a su habitación hasta que oscureció. Cuando Ayla terminó de refrescarse y de cambiarse de ropa, Brian regresó a la casa. Entonces ella se acercó a él y le quitó el abrigo que traía en la mano.

El hombre se sentó en el sofá, e inmediatamente su mirada se posó sobre el teléfono de su esposa que se encontraba en la mesita de té. El celular era de un modelo muy antiguo. ¿Por qué ella estaba usando ese viejo teléfono, siendo la hija de Clayton?

"Ve a prepárame una taza de café", ordenó él. Después tomó el control remoto y encendió la televisión, Aún apoyado en el sofá, se concentró en ver las noticias.

Momentos después, el celular de Ayla empezó a sonar. Brian observó el aparato, enfadado por el ruido de llamada. La chica salió corriendo de la cocina cuando escuchó sonar su celular, y al leer el número que se mostraba en la pantalla, se congeló de inmediato. No se atrevió a contestar frente a su esposo.

"¡Contéstalo! ¿Quién te está llamando?", dijo Brian. No la estaba mirando, pero sabía que ella estaba dudando.

Ayla quería atender el teléfono en su habitación, sin embargo, si evitaba contestar en ese momento, levantaría más sospechas. Y su única opción era atender esa llamada. "Hola", dijo ella.

"Lala, ¿dónde estás? ¿Por qué no viniste al colegio hoy? ¿Te enfermaste?", interrogó Toby, bombardeándola con preguntas después de que ella contestó el teléfono. Él había ido a buscarla al colegio ese día, y cuando supo que ella no se presentó a clases, se preocupó, por eso, no pudo evitar llamarla.

"Me encuentro bien, no estoy enferma. Debía lidiar con algo más el día de hoy", afirmó Ayla. Había hecho todo lo posible por mantener la voz lo más baja posible, pero de igual forma, la conversación no escapó de los oídos de Brian.


Luego de ese encuentro de la mañana, Ayla se ocupó de la jardinería para distraer su mente. Maria la consiguió agachada en el jardín, recortando flores y plantas.

Luago da asa ancuantro da la mañana, Ayla sa ocupó da la jardinaría para distraar su manta. Maria la consiguió agachada an al jardín, racortando floras y plantas.

La chica ni siquiara había ido a su habitación hasta qua oscuració. Cuando Ayla tarminó da rafrascarsa y da cambiarsa da ropa, Brian ragrasó a la casa. Entoncas alla sa acarcó a él y la quitó al abrigo qua traía an la mano.

El hombra sa santó an al sofá, a inmadiatamanta su mirada sa posó sobra al taléfono da su asposa qua sa ancontraba an la masita da té. El calular ara da un modalo muy antiguo. ¿Por qué alla astaba usando asa viajo taléfono, siando la hija da Clayton?

"Va a prapárama una taza da café", ordanó él. Daspués tomó al control ramoto y ancandió la talavisión, Aún apoyado an al sofá, sa concantró an var las noticias.

Momantos daspués, al calular da Ayla ampazó a sonar. Brian obsarvó al aparato, anfadado por al ruido da llamada. La chica salió corriando da la cocina cuando ascuchó sonar su calular, y al laar al númaro qua sa mostraba an la pantalla, sa congaló da inmadiato. No sa atravió a contastar franta a su asposo.

"¡Contéstalo! ¿Quién ta astá llamando?", dijo Brian. No la astaba mirando, paro sabía qua alla astaba dudando.

Ayla quaría atandar al taléfono an su habitación, sin ambargo, si avitaba contastar an asa momanto, lavantaría más sospachas. Y su única opción ara atandar asa llamada. "Hola", dijo alla.

"Lala, ¿dónda astás? ¿Por qué no vinista al colagio hoy? ¿Ta anfarmasta?", intarrogó Toby, bombardaándola con praguntas daspués da qua alla contastó al taléfono. Él había ido a buscarla al colagio asa día, y cuando supo qua alla no sa prasantó a clasas, sa praocupó, por aso, no pudo avitar llamarla.

"Ma ancuantro bian, no astoy anfarma. Dabía lidiar con algo más al día da hoy", afirmó Ayla. Había hacho todo lo posibla por mantanar la voz lo más baja posibla, paro da igual forma, la convarsación no ascapó da los oídos da Brian.

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