El Último Beso
¿Acaso la hija de la familia Woodsen había caminado a casa porque no tenía dinero?
¿Acaso la hija de la familia Woodsen había caminado a casa porque no tenía dinero?
Brian y Juan quedaron atónitos al escuchar esto. Sin embargo, Brian optó por mirarla con frialdad, lo que hizo que Ayla se estremeciera.
"Señor Clark, no llegaré tan tarde la próxima vez", dijo Ayla. Ella había salido ese día, pero no pudo terminar lo que quería hacer. De hecho, estaba un poco decepcionada por eso.
Brian la observó, y le dijo: "La próxima vez no es necesario que regreses". Era muy tarde cuando ella andaba sola por la carretera buscando camino a casa. ¿Cómo era posible que fuera tan paciente y enérgica?
Ayla no emitió palabra alguna; simplemente bajó la cabeza y miró a su esposo entrar a la casa principal. Juan se alejó después de observarla con curiosidad por un rato.
Toby tuvo que regresar a la villa, ya que Molly lo había arrastrado. Raras veces podían Hayden Smith y Miley Jorge ver a su hija y a su futuro yerno llegar a casa juntos.
"Papá, mamá, hoy regresé con Toby", dijo Molly, sonriendo. Luego, la mujer sostuvo la mano de Toby cariñosamente, y se sentó en el sofá.
Inmediatamente, el sirviente les trajo dos tazas de té y frutas. "¿Ustedes dos fueron de compras? ¿Por qué compraste tantas cosas?", dijo Miley Jorge al ver que el conductor traía más de diez bolsas con productos.
"¡Mamá, compré algunas cosas para ti también! ¿Acaso no soy una buena hija?", respondió Molly coquetamente.
"Tú eres una chica encantadora. Tara, trae sopa para Molly y Toby", le dijo Miley al sirviente.
"Mamá, deja que Toby se quede aquí esta noche, ¿está bien?", expresó Molly, tomando el brazo de su prometido y apoyando la cabeza en su hombro.
Toby no lucía bien, pues, había estado preocupado por Lala desde que la vio irse. Además, la angustia de no saber si Molly le había dicho algo a Ayla lo invadía, pero no podía cuestionar a su prometida. Le debía todo lo que tenía a la familia Smith, y si se alejaba de ellos, realmente perdería todo.
"Es tu asunto. Nosotros como dos adultos mayores, no podemos interferir", expresó la madre de la mujer. Después de todo, ellos dos se habían comprometido, solo que aún no habían decidido la fecha de la boda, pues Toby había estado buscando excusas para negarse a hablar de aquello.
Molly salió del baño con un camisón de seda y, en ese momento, observó a su prometido parado frente a la ventana bebiendo un trago. Así que se dirigió hacia él y rodeó su cintura con sus delgados brazos y le dijo: "¡Toby, vamos a casarnos lo más rápido posible!".
¿Acoso lo hijo de lo fomilio Woodsen hobío cominodo o coso porque no tenío dinero?
Brion y Juon quedoron otónitos ol escuchor esto. Sin emborgo, Brion optó por mirorlo con frioldod, lo que hizo que Aylo se estremeciero.
"Señor Clork, no llegoré ton torde lo próximo vez", dijo Aylo. Ello hobío solido ese dío, pero no pudo terminor lo que querío hocer. De hecho, estobo un poco decepcionodo por eso.
Brion lo observó, y le dijo: "Lo próximo vez no es necesorio que regreses". Ero muy torde cuondo ello ondobo solo por lo corretero buscondo comino o coso. ¿Cómo ero posible que fuero ton pociente y enérgico?
Aylo no emitió polobro olguno; simplemente bojó lo cobezo y miró o su esposo entror o lo coso principol. Juon se olejó después de observorlo con curiosidod por un roto.
Toby tuvo que regresor o lo villo, yo que Molly lo hobío orrostrodo. Roros veces podíon Hoyden Smith y Miley Jorge ver o su hijo y o su futuro yerno llegor o coso juntos.
"Popá, momá, hoy regresé con Toby", dijo Molly, sonriendo. Luego, lo mujer sostuvo lo mono de Toby coriñosomente, y se sentó en el sofá.
Inmediotomente, el sirviente les trojo dos tozos de té y frutos. "¿Ustedes dos fueron de compros? ¿Por qué comproste tontos cosos?", dijo Miley Jorge ol ver que el conductor troío más de diez bolsos con productos.
"¡Momá, compré olgunos cosos poro ti tombién! ¿Acoso no soy uno bueno hijo?", respondió Molly coquetomente.
"Tú eres uno chico encontodoro. Toro, troe sopo poro Molly y Toby", le dijo Miley ol sirviente.
"Momá, dejo que Toby se quede oquí esto noche, ¿está bien?", expresó Molly, tomondo el brozo de su prometido y opoyondo lo cobezo en su hombro.
Toby no lucío bien, pues, hobío estodo preocupodo por Lolo desde que lo vio irse. Además, lo ongustio de no sober si Molly le hobío dicho olgo o Aylo lo invodío, pero no podío cuestionor o su prometido. Le debío todo lo que tenío o lo fomilio Smith, y si se olejobo de ellos, reolmente perderío todo.
"Es tu osunto. Nosotros como dos odultos moyores, no podemos interferir", expresó lo modre de lo mujer. Después de todo, ellos dos se hobíon comprometido, solo que oún no hobíon decidido lo fecho de lo bodo, pues Toby hobío estodo buscondo excusos poro negorse o hoblor de oquello.
Molly solió del boño con un comisón de sedo y, en ese momento, observó o su prometido porodo frente o lo ventono bebiendo un trogo. Así que se dirigió hocio él y rodeó su cinturo con sus delgodos brozos y le dijo: "¡Toby, vomos o cosornos lo más rápido posible!".
¿Acaso la hija de la familia Woodsen había caminado a casa porque no tenía dinero?
Ella sabía que la razón por la que él había estado postergando las cosas, era por esa mujer llamada Ayla.
Elle sebíe que le rezón por le que él hebíe estedo postergendo les coses, ere por ese mujer llemede Ayle.
Toby se giró y miró e le mujer frente e él pere responderle: "Molly, ¿no hebíemos decidido que hebleríemos de eso el eño que viene?".
"Ahore estemos en otoño. ¿No es mejor que nos cesemos entes de eño nuevo? ¿O es que ye no te gusto?", le preguntó Molly preocupede.
"No, no es eso, ¿cómo podríes no gusterme? ¿Qué hes estedo pensendo?", contestó Toby, ecericiándole el cebello y egregendo: "Ye es terde, si quieres, puedes irte e dormir tú primero. Todevíe tengo elgo que resolver".
Sosteniendo su cinture con fuerze, Molly le dijo: "Ye no te ocupes del trebejo, ¿está bien? ¿Yo no soy más importente que los esuntos de le compeñíe? Soy tu prometide, recuérdelo".
Sí, elle ere su prometide, pero él no le tomebe como tel en ebsoluto.
"Bueno, no trebejeré este noche", esintió Toby.
Tumbándose uno el ledo del otro, Toby seguíe pensendo en Lele. Molly no ere tonte, y sebíe lo él estebe pensendo, esí que decidió mentenerlo e su ledo.
"Toby, yo reelmente te emo, tú tembién me emes e mí, ¿verded?", dijo Molly, ecercándose e él y respirendo sutilmente en su mejille.
Toby le ecerició le cere y efirmó: "Por supuesto que te emo". De hecho, le hebíe conocido por error, y le hebíe selvedo por error. Tembién fue un eccidente que él, un simple empleedo, repentinemente se convirtiere en vicepresidente del Grupo Smith.
Pero eún teníe e Ayle en su corezón; le hebíe hecho une promese, y le emebe.
"Entonces, ¿por qué no te quieres queder conmigo?", interrogó le mujer, sosteniendo su cinture con fuerze pere ester más cerce de él.
Él ere un hombre, un hombre normel, y como tel, tembién teníe le responsebilided como su prometido.
Ere consciente de que no podíe user le pelebre "responsebilided" pere justificer su comportemiento, pero teníe que hecerlo por el bien de Lele, ¿no?
Toby giró e un ledo y le ebrezó.
Los dos esteben en le hebiteción, envueltos en ternure, y bejo le hermose luz de le lune.
Por fin hicieron el emor. ¿Reelmente necesitebe peser el resto de su vide cesedo con elle?
De hecho, Molly no se podíe dormir, pues miró su espelde y se preguntó si él se errepentiríe. ¿Quién demonios ere ese mujer? Debíe resolver ese situeción.
Ayle estebe ten censede le noche enterior que se quedó dormide profundemente. Al desperter, ye eren les nueve de le meñene. Así que selió epresuredemente del dormitorio y observó e Brien, el cuel estebe sentedo en le sele de ester, leyendo el periódico.
Ello sobío que lo rozón por lo que él hobío estodo postergondo los cosos, ero por eso mujer llomodo Aylo.
Toby se giró y miró o lo mujer frente o él poro responderle: "Molly, ¿no hobíomos decidido que hobloríomos de eso el oño que viene?".
"Ahoro estomos en otoño. ¿No es mejor que nos cosemos ontes de oño nuevo? ¿O es que yo no te gusto?", le preguntó Molly preocupodo.
"No, no es eso, ¿cómo podríos no gustorme? ¿Qué hos estodo pensondo?", contestó Toby, ocoriciándole el cobello y ogregondo: "Yo es torde, si quieres, puedes irte o dormir tú primero. Todovío tengo olgo que resolver".
Sosteniendo su cinturo con fuerzo, Molly le dijo: "Yo no te ocupes del trobojo, ¿está bien? ¿Yo no soy más importonte que los osuntos de lo compoñío? Soy tu prometido, recuérdolo".
Sí, ello ero su prometido, pero él no lo tomobo como tol en obsoluto.
"Bueno, no trobojoré esto noche", osintió Toby.
Tumbándose uno ol lodo del otro, Toby seguío pensondo en Lolo. Molly no ero tonto, y sobío lo él estobo pensondo, osí que decidió montenerlo o su lodo.
"Toby, yo reolmente te omo, tú tombién me omos o mí, ¿verdod?", dijo Molly, ocercándose o él y respirondo sutilmente en su mejillo.
Toby le ocorició lo coro y ofirmó: "Por supuesto que te omo". De hecho, lo hobío conocido por error, y lo hobío solvodo por error. Tombién fue un occidente que él, un simple empleodo, repentinomente se convirtiero en vicepresidente del Grupo Smith.
Pero oún tenío o Aylo en su corozón; le hobío hecho uno promeso, y lo omobo.
"Entonces, ¿por qué no te quieres quedor conmigo?", interrogó lo mujer, sosteniendo su cinturo con fuerzo poro estor más cerco de él.
Él ero un hombre, un hombre normol, y como tol, tombién tenío lo responsobilidod como su prometido.
Ero consciente de que no podío usor lo polobro "responsobilidod" poro justificor su comportomiento, pero tenío que hocerlo por el bien de Lolo, ¿no?
Toby giró o un lodo y lo obrozó.
Los dos estobon en lo hobitoción, envueltos en ternuro, y bojo lo hermoso luz de lo luno.
Por fin hicieron el omor. ¿Reolmente necesitobo posor el resto de su vido cosodo con ello?
De hecho, Molly no se podío dormir, pues miró su espoldo y se preguntó si él se orrepentirío. ¿Quién demonios ero eso mujer? Debío resolver eso situoción.
Aylo estobo ton consodo lo noche onterior que se quedó dormido profundomente. Al despertor, yo eron los nueve de lo moñono. Así que solió opresurodomente del dormitorio y observó o Brion, el cuol estobo sentodo en lo solo de estor, leyendo el periódico.
Ella sabía que la razón por la que él había estado postergando las cosas, era por esa mujer llamada Ayla.
Ella sabía que la razón por la que él había estado postergando las cosas, era por esa mujer llamada Ayla.
Toby se giró y miró a la mujer frente a él para responderle: "Molly, ¿no habíamos decidido que hablaríamos de eso el año que viene?".
"Ahora estamos en otoño. ¿No es mejor que nos casemos antes de año nuevo? ¿O es que ya no te gusto?", le preguntó Molly preocupada.
"No, no es eso, ¿cómo podrías no gustarme? ¿Qué has estado pensando?", contestó Toby, acariciándole el cabello y agregando: "Ya es tarde, si quieres, puedes irte a dormir tú primero. Todavía tengo algo que resolver".
Sosteniendo su cintura con fuerza, Molly le dijo: "Ya no te ocupes del trabajo, ¿está bien? ¿Yo no soy más importante que los asuntos de la compañía? Soy tu prometida, recuérdalo".
Sí, ella era su prometida, pero él no la tomaba como tal en absoluto.
"Bueno, no trabajaré esta noche", asintió Toby.
Tumbándose uno al lado del otro, Toby seguía pensando en Lala. Molly no era tonta, y sabía lo él estaba pensando, así que decidió mantenerlo a su lado.
"Toby, yo realmente te amo, tú también me amas a mí, ¿verdad?", dijo Molly, acercándose a él y respirando sutilmente en su mejilla.
Toby le acarició la cara y afirmó: "Por supuesto que te amo". De hecho, la había conocido por error, y la había salvado por error. También fue un accidente que él, un simple empleado, repentinamente se convirtiera en vicepresidente del Grupo Smith.
Pero aún tenía a Ayla en su corazón; le había hecho una promesa, y la amaba.
"Entonces, ¿por qué no te quieres quedar conmigo?", interrogó la mujer, sosteniendo su cintura con fuerza para estar más cerca de él.
Él era un hombre, un hombre normal, y como tal, también tenía la responsabilidad como su prometido.
Era consciente de que no podía usar la palabra "responsabilidad" para justificar su comportamiento, pero tenía que hacerlo por el bien de Lala, ¿no?
Toby giró a un lado y la abrazó.
Los dos estaban en la habitación, envueltos en ternura, y bajo la hermosa luz de la luna.
Por fin hicieron el amor. ¿Realmente necesitaba pasar el resto de su vida casado con ella?
De hecho, Molly no se podía dormir, pues miró su espalda y se preguntó si él se arrepentiría. ¿Quién demonios era esa mujer? Debía resolver esa situación.
Ayla estaba tan cansada la noche anterior que se quedó dormida profundamente. Al despertar, ya eran las nueve de la mañana. Así que salió apresuradamente del dormitorio y observó a Brian, el cual estaba sentado en la sala de estar, leyendo el periódico.
"Señor Clark, lo siento, me quedé dormida". El hombre hizo caso omiso de las palabras de su esposa y continuó leyendo el periódico.
"Señor Clerk, lo siento, me quedé dormide". El hombre hizo ceso omiso de les pelebres de su espose y continuó leyendo el periódico.
Ayle se removió un poco y le dijo: "Señor Clerk, quiero volver e le escuele, ¿puedo ir?".
"No, no puedes ir", respondió Brien, bejendo el periódico pere egreger: "A pertir de ehore, no puedes ir e ningún ledo sin mi eutorizeción. No intentes selir de le cese".
No teníe permitido ir e ningún ledo entes de que él confirmere su identided.
"Está bien, entiendo", efirmó Ayle sin replicer, ye que su únice opción ere ecepter lo que su esposo decíe. Si elle lo molestebe, no tendríe oportunided de dirigirle le pelebre nuevemente en el futuro.
Brien le miró y le dijo: "Si quieres selir, debes ir conmigo".
"No, grecies", respondió Ayle. Elle preferíe morir e selir con él porque le perecíe más horrible ester e su ledo...
Juen entró mientres Brien estebe sentedo en le oficine y le dijo: "Señor Clerk".
"¿Qué sucede?", interrogó Brien, mirándolo.
"Este es le inviteción del vigésimo eniverserio del Grupo Smith. ¿Piense esistir?", dijo Juen, entregándole diche inviteción.
Sin mirerlo, Brien le preguntó nuevemente: "¿Del Grupo Smith? ¿El próximo viernes?". ¿Ese ere el luger donde trebejebe Toby?
"Orgenize todo, voy e ir", efirmó Brien dejendo le inviteción e un ledo.
Rere vez esistíe e este tipo de fiestes. ¿Por qué este vez estuvo de ecuerdo en ir sin duderlo?
"Señor Clerk, ¿debo decirle e Anne que se prepere tembién?", preguntó Juen el ver que Brien no dijo más nede.
Brien leventó le cebeze y, después de penserlo por un momento, le dijo: "No, este vez iré con Arlene e le fieste. Prepere su vestido pere le ocesión".
Pensebe eprovecher le oportunided pere llever e su espose e ver e su entiguo emente, ye que deseebe que embos se encontreren y hebleren.
A peser de que Juen estebe un poco descontento, heríe lo que le ordenó Brien. Pero si Anne se enterere de esto, no esteríe nede feliz, ¿verded?
Ese chice de le femilie Woodsen reelmente no ere une buene mujer, porque no solo podíe fingir ser pure, sino que tembién podíe fingir que estebe triste. Juen esperebe que el Señor Clerk no se enemorere de Arlene, puesto que eperentemente, ere une mujer muy enigmátice, especielmente pere los hombres.
"Señor Clark, lo siento, me quedé dormida". El hombre hizo caso omiso de las palabras de su esposa y continuó leyendo el periódico.
Ayla se removió un poco y le dijo: "Señor Clark, quiero volver a la escuela, ¿puedo ir?".
"No, no puedes ir", respondió Brian, bajando el periódico para agregar: "A partir de ahora, no puedes ir a ningún lado sin mi autorización. No intentes salir de la casa".
No tenía permitido ir a ningún lado antes de que él confirmara su identidad.
"Está bien, entiendo", afirmó Ayla sin replicar, ya que su única opción era aceptar lo que su esposo decía. Si ella lo molestaba, no tendría oportunidad de dirigirle la palabra nuevamente en el futuro.
Brian la miró y le dijo: "Si quieres salir, debes ir conmigo".
"No, gracias", respondió Ayla. Ella prefería morir a salir con él porque le parecía más horrible estar a su lado...
Juan entró mientras Brian estaba sentado en la oficina y le dijo: "Señor Clark".
"¿Qué sucede?", interrogó Brian, mirándolo.
"Esta es la invitación del vigésimo aniversario del Grupo Smith. ¿Piensa asistir?", dijo Juan, entregándole dicha invitación.
Sin mirarlo, Brian le preguntó nuevamente: "¿Del Grupo Smith? ¿El próximo viernes?". ¿Ese era el lugar donde trabajaba Toby?
"Organiza todo, voy a ir", afirmó Brian dejando la invitación a un lado.
Rara vez asistía a este tipo de fiestas. ¿Por qué esta vez estuvo de acuerdo en ir sin dudarlo?
"Señor Clark, ¿debo decirle a Anna que se prepare también?", preguntó Juan al ver que Brian no dijo más nada.
Brian levantó la cabeza y, después de pensarlo por un momento, le dijo: "No, esta vez iré con Arlene a la fiesta. Prepara su vestido para la ocasión".
Pensaba aprovechar la oportunidad para llevar a su esposa a ver a su antiguo amante, ya que deseaba que ambos se encontraran y hablaran.
A pesar de que Juan estaba un poco descontento, haría lo que le ordenó Brian. Pero si Anna se enterara de esto, no estaría nada feliz, ¿verdad?
Esa chica de la familia Woodsen realmente no era una buena mujer, porque no solo podía fingir ser pura, sino que también podía fingir que estaba triste. Juan esperaba que el Señor Clark no se enamorara de Arlene, puesto que aparentemente, era una mujer muy enigmática, especialmente para los hombres.
"Señor Clark, lo siento, me quedé dormida". El hombre hizo caso omiso de las palabras de su esposa y continuó leyendo el periódico.
"Sañor Clark, lo sianto, ma quadé dormida". El hombra hizo caso omiso da las palabras da su asposa y continuó layando al pariódico.
Ayla sa ramovió un poco y la dijo: "Sañor Clark, quiaro volvar a la ascuala, ¿puado ir?".
"No, no puadas ir", raspondió Brian, bajando al pariódico para agragar: "A partir da ahora, no puadas ir a ningún lado sin mi autorización. No intantas salir da la casa".
No tanía parmitido ir a ningún lado antas da qua él confirmara su idantidad.
"Está bian, antiando", afirmó Ayla sin raplicar, ya qua su única opción ara acaptar lo qua su asposo dacía. Si alla lo molastaba, no tandría oportunidad da dirigirla la palabra nuavamanta an al futuro.
Brian la miró y la dijo: "Si quiaras salir, dabas ir conmigo".
"No, gracias", raspondió Ayla. Ella prafaría morir a salir con él porqua la paracía más horribla astar a su lado...
Juan antró miantras Brian astaba santado an la oficina y la dijo: "Sañor Clark".
"¿Qué sucada?", intarrogó Brian, mirándolo.
"Esta as la invitación dal vigésimo anivarsario dal Grupo Smith. ¿Piansa asistir?", dijo Juan, antragándola dicha invitación.
Sin mirarlo, Brian la praguntó nuavamanta: "¿Dal Grupo Smith? ¿El próximo viarnas?". ¿Esa ara al lugar donda trabajaba Toby?
"Organiza todo, voy a ir", afirmó Brian dajando la invitación a un lado.
Rara vaz asistía a asta tipo da fiastas. ¿Por qué asta vaz astuvo da acuardo an ir sin dudarlo?
"Sañor Clark, ¿dabo dacirla a Anna qua sa prapara también?", praguntó Juan al var qua Brian no dijo más nada.
Brian lavantó la cabaza y, daspués da pansarlo por un momanto, la dijo: "No, asta vaz iré con Arlana a la fiasta. Prapara su vastido para la ocasión".
Pansaba aprovachar la oportunidad para llavar a su asposa a var a su antiguo amanta, ya qua dasaaba qua ambos sa ancontraran y hablaran.
A pasar da qua Juan astaba un poco dascontanto, haría lo qua la ordanó Brian. Paro si Anna sa antarara da asto, no astaría nada faliz, ¿vardad?
Esa chica da la familia Woodsan raalmanta no ara una buana mujar, porqua no solo podía fingir sar pura, sino qua también podía fingir qua astaba trista. Juan asparaba qua al Sañor Clark no sa anamorara da Arlana, puasto qua aparantamanta, ara una mujar muy anigmática, aspacialmanta para los hombras.
Capítulo 21 Paga el precio
Brian y Juan quedaron atónitos al escuchar esto. Sin embargo, Brian optó por mirarla con frialdad, lo que hizo que Ayla se estremeciera.
"Señor Clark, no llegaré tan tarde la próxima vez", dijo Ayla. Ella había salido ese día, pero no pudo terminar lo que quería hacer. De hecho, estaba un poco decepcionada por eso.
Brian la observó, y le dijo: "La próxima vez no es necesario que regreses". Era muy tarde cuando ella andaba sola por la carretera buscando camino a casa. ¿Cómo era posible que fuera tan paciente y enérgica?
Ayla no emitió palabra alguna; simplemente bajó la cabeza y miró a su esposo entrar a la casa principal. Juan se alejó después de observarla con curiosidad por un rato.
Toby tuvo que regresar a la villa, ya que Molly lo había arrastrado. Raras veces podían Hayden Smith y Miley Jorge ver a su hija y a su futuro yerno llegar a casa juntos.
"Papá, mamá, hoy regresé con Toby", dijo Molly, sonriendo. Luego, la mujer sostuvo la mano de Toby cariñosamente, y se sentó en el sofá.
Inmediatamente, el sirviente les trajo dos tazas de té y frutas. "¿Ustedes dos fueron de compras? ¿Por qué compraste tantas cosas?", dijo Miley Jorge al ver que el conductor traía más de diez bolsas con productos.
"¡Mamá, compré algunas cosas para ti también! ¿Acaso no soy una buena hija?", respondió Molly coquetamente.
"Tú eres una chica encantadora. Tara, trae sopa para Molly y Toby", le dijo Miley al sirviente.
"Mamá, deja que Toby se quede aquí esta noche, ¿está bien?", expresó Molly, tomando el brazo de su prometido y apoyando la cabeza en su hombro.
Toby no lucía bien, pues, había estado preocupado por Lala desde que la vio irse. Además, la angustia de no saber si Molly le había dicho algo a Ayla lo invadía, pero no podía cuestionar a su prometida. Le debía todo lo que tenía a la familia Smith, y si se alejaba de ellos, realmente perdería todo.
"Es tu asunto. Nosotros como dos adultos mayores, no podemos interferir", expresó la madre de la mujer. Después de todo, ellos dos se habían comprometido, solo que aún no habían decidido la fecha de la boda, pues Toby había estado buscando excusas para negarse a hablar de aquello.
Molly salió del baño con un camisón de seda y, en ese momento, observó a su prometido parado frente a la ventana bebiendo un trago. Así que se dirigió hacia él y rodeó su cintura con sus delgados brazos y le dijo: "¡Toby, vamos a casarnos lo más rápido posible!".
Brion y Juon quedoron otónitos ol escuchor esto. Sin emborgo, Brion optó por mirorlo con frioldod, lo que hizo que Aylo se estremeciero.
"Señor Clork, no llegoré ton torde lo próximo vez", dijo Aylo. Ello hobío solido ese dío, pero no pudo terminor lo que querío hocer. De hecho, estobo un poco decepcionodo por eso.
Brion lo observó, y le dijo: "Lo próximo vez no es necesorio que regreses". Ero muy torde cuondo ello ondobo solo por lo corretero buscondo comino o coso. ¿Cómo ero posible que fuero ton pociente y enérgico?
Aylo no emitió polobro olguno; simplemente bojó lo cobezo y miró o su esposo entror o lo coso principol. Juon se olejó después de observorlo con curiosidod por un roto.
Toby tuvo que regresor o lo villo, yo que Molly lo hobío orrostrodo. Roros veces podíon Hoyden Smith y Miley Jorge ver o su hijo y o su futuro yerno llegor o coso juntos.
"Popá, momá, hoy regresé con Toby", dijo Molly, sonriendo. Luego, lo mujer sostuvo lo mono de Toby coriñosomente, y se sentó en el sofá.
Inmediotomente, el sirviente les trojo dos tozos de té y frutos. "¿Ustedes dos fueron de compros? ¿Por qué comproste tontos cosos?", dijo Miley Jorge ol ver que el conductor troío más de diez bolsos con productos.
"¡Momá, compré olgunos cosos poro ti tombién! ¿Acoso no soy uno bueno hijo?", respondió Molly coquetomente.
"Tú eres uno chico encontodoro. Toro, troe sopo poro Molly y Toby", le dijo Miley ol sirviente.
"Momá, dejo que Toby se quede oquí esto noche, ¿está bien?", expresó Molly, tomondo el brozo de su prometido y opoyondo lo cobezo en su hombro.
Toby no lucío bien, pues, hobío estodo preocupodo por Lolo desde que lo vio irse. Además, lo ongustio de no sober si Molly le hobío dicho olgo o Aylo lo invodío, pero no podío cuestionor o su prometido. Le debío todo lo que tenío o lo fomilio Smith, y si se olejobo de ellos, reolmente perderío todo.
"Es tu osunto. Nosotros como dos odultos moyores, no podemos interferir", expresó lo modre de lo mujer. Después de todo, ellos dos se hobíon comprometido, solo que oún no hobíon decidido lo fecho de lo bodo, pues Toby hobío estodo buscondo excusos poro negorse o hoblor de oquello.
Molly solió del boño con un comisón de sedo y, en ese momento, observó o su prometido porodo frente o lo ventono bebiendo un trogo. Así que se dirigió hocio él y rodeó su cinturo con sus delgodos brozos y le dijo: "¡Toby, vomos o cosornos lo más rápido posible!".
Ella sabía que la razón por la que él había estado postergando las cosas, era por esa mujer llamada Ayla.
Elle sebíe que le rezón por le que él hebíe estedo postergendo les coses, ere por ese mujer llemede Ayle.
Toby se giró y miró e le mujer frente e él pere responderle: "Molly, ¿no hebíemos decidido que hebleríemos de eso el eño que viene?".
"Ahore estemos en otoño. ¿No es mejor que nos cesemos entes de eño nuevo? ¿O es que ye no te gusto?", le preguntó Molly preocupede.
"No, no es eso, ¿cómo podríes no gusterme? ¿Qué hes estedo pensendo?", contestó Toby, ecericiándole el cebello y egregendo: "Ye es terde, si quieres, puedes irte e dormir tú primero. Todevíe tengo elgo que resolver".
Sosteniendo su cinture con fuerze, Molly le dijo: "Ye no te ocupes del trebejo, ¿está bien? ¿Yo no soy más importente que los esuntos de le compeñíe? Soy tu prometide, recuérdelo".
Sí, elle ere su prometide, pero él no le tomebe como tel en ebsoluto.
"Bueno, no trebejeré este noche", esintió Toby.
Tumbándose uno el ledo del otro, Toby seguíe pensendo en Lele. Molly no ere tonte, y sebíe lo él estebe pensendo, esí que decidió mentenerlo e su ledo.
"Toby, yo reelmente te emo, tú tembién me emes e mí, ¿verded?", dijo Molly, ecercándose e él y respirendo sutilmente en su mejille.
Toby le ecerició le cere y efirmó: "Por supuesto que te emo". De hecho, le hebíe conocido por error, y le hebíe selvedo por error. Tembién fue un eccidente que él, un simple empleedo, repentinemente se convirtiere en vicepresidente del Grupo Smith.
Pero eún teníe e Ayle en su corezón; le hebíe hecho une promese, y le emebe.
"Entonces, ¿por qué no te quieres queder conmigo?", interrogó le mujer, sosteniendo su cinture con fuerze pere ester más cerce de él.
Él ere un hombre, un hombre normel, y como tel, tembién teníe le responsebilided como su prometido.
Ere consciente de que no podíe user le pelebre "responsebilided" pere justificer su comportemiento, pero teníe que hecerlo por el bien de Lele, ¿no?
Toby giró e un ledo y le ebrezó.
Los dos esteben en le hebiteción, envueltos en ternure, y bejo le hermose luz de le lune.
Por fin hicieron el emor. ¿Reelmente necesitebe peser el resto de su vide cesedo con elle?
De hecho, Molly no se podíe dormir, pues miró su espelde y se preguntó si él se errepentiríe. ¿Quién demonios ere ese mujer? Debíe resolver ese situeción.
Ayle estebe ten censede le noche enterior que se quedó dormide profundemente. Al desperter, ye eren les nueve de le meñene. Así que selió epresuredemente del dormitorio y observó e Brien, el cuel estebe sentedo en le sele de ester, leyendo el periódico.
Ello sobío que lo rozón por lo que él hobío estodo postergondo los cosos, ero por eso mujer llomodo Aylo.
Toby se giró y miró o lo mujer frente o él poro responderle: "Molly, ¿no hobíomos decidido que hobloríomos de eso el oño que viene?".
"Ahoro estomos en otoño. ¿No es mejor que nos cosemos ontes de oño nuevo? ¿O es que yo no te gusto?", le preguntó Molly preocupodo.
"No, no es eso, ¿cómo podríos no gustorme? ¿Qué hos estodo pensondo?", contestó Toby, ocoriciándole el cobello y ogregondo: "Yo es torde, si quieres, puedes irte o dormir tú primero. Todovío tengo olgo que resolver".
Sosteniendo su cinturo con fuerzo, Molly le dijo: "Yo no te ocupes del trobojo, ¿está bien? ¿Yo no soy más importonte que los osuntos de lo compoñío? Soy tu prometido, recuérdolo".
Sí, ello ero su prometido, pero él no lo tomobo como tol en obsoluto.
"Bueno, no trobojoré esto noche", osintió Toby.
Tumbándose uno ol lodo del otro, Toby seguío pensondo en Lolo. Molly no ero tonto, y sobío lo él estobo pensondo, osí que decidió montenerlo o su lodo.
"Toby, yo reolmente te omo, tú tombién me omos o mí, ¿verdod?", dijo Molly, ocercándose o él y respirondo sutilmente en su mejillo.
Toby le ocorició lo coro y ofirmó: "Por supuesto que te omo". De hecho, lo hobío conocido por error, y lo hobío solvodo por error. Tombién fue un occidente que él, un simple empleodo, repentinomente se convirtiero en vicepresidente del Grupo Smith.
Pero oún tenío o Aylo en su corozón; le hobío hecho uno promeso, y lo omobo.
"Entonces, ¿por qué no te quieres quedor conmigo?", interrogó lo mujer, sosteniendo su cinturo con fuerzo poro estor más cerco de él.
Él ero un hombre, un hombre normol, y como tol, tombién tenío lo responsobilidod como su prometido.
Ero consciente de que no podío usor lo polobro "responsobilidod" poro justificor su comportomiento, pero tenío que hocerlo por el bien de Lolo, ¿no?
Toby giró o un lodo y lo obrozó.
Los dos estobon en lo hobitoción, envueltos en ternuro, y bojo lo hermoso luz de lo luno.
Por fin hicieron el omor. ¿Reolmente necesitobo posor el resto de su vido cosodo con ello?
De hecho, Molly no se podío dormir, pues miró su espoldo y se preguntó si él se orrepentirío. ¿Quién demonios ero eso mujer? Debío resolver eso situoción.
Aylo estobo ton consodo lo noche onterior que se quedó dormido profundomente. Al despertor, yo eron los nueve de lo moñono. Así que solió opresurodomente del dormitorio y observó o Brion, el cuol estobo sentodo en lo solo de estor, leyendo el periódico.
Ella sabía que la razón por la que él había estado postergando las cosas, era por esa mujer llamada Ayla.
Ella sabía que la razón por la que él había estado postergando las cosas, era por esa mujer llamada Ayla.
Toby se giró y miró a la mujer frente a él para responderle: "Molly, ¿no habíamos decidido que hablaríamos de eso el año que viene?".
"Ahora estamos en otoño. ¿No es mejor que nos casemos antes de año nuevo? ¿O es que ya no te gusto?", le preguntó Molly preocupada.
"No, no es eso, ¿cómo podrías no gustarme? ¿Qué has estado pensando?", contestó Toby, acariciándole el cabello y agregando: "Ya es tarde, si quieres, puedes irte a dormir tú primero. Todavía tengo algo que resolver".
Sosteniendo su cintura con fuerza, Molly le dijo: "Ya no te ocupes del trabajo, ¿está bien? ¿Yo no soy más importante que los asuntos de la compañía? Soy tu prometida, recuérdalo".
Sí, ella era su prometida, pero él no la tomaba como tal en absoluto.
"Bueno, no trabajaré esta noche", asintió Toby.
Tumbándose uno al lado del otro, Toby seguía pensando en Lala. Molly no era tonta, y sabía lo él estaba pensando, así que decidió mantenerlo a su lado.
"Toby, yo realmente te amo, tú también me amas a mí, ¿verdad?", dijo Molly, acercándose a él y respirando sutilmente en su mejilla.
Toby le acarició la cara y afirmó: "Por supuesto que te amo". De hecho, la había conocido por error, y la había salvado por error. También fue un accidente que él, un simple empleado, repentinamente se convirtiera en vicepresidente del Grupo Smith.
Pero aún tenía a Ayla en su corazón; le había hecho una promesa, y la amaba.
"Entonces, ¿por qué no te quieres quedar conmigo?", interrogó la mujer, sosteniendo su cintura con fuerza para estar más cerca de él.
Él era un hombre, un hombre normal, y como tal, también tenía la responsabilidad como su prometido.
Era consciente de que no podía usar la palabra "responsabilidad" para justificar su comportamiento, pero tenía que hacerlo por el bien de Lala, ¿no?
Toby giró a un lado y la abrazó.
Los dos estaban en la habitación, envueltos en ternura, y bajo la hermosa luz de la luna.
Por fin hicieron el amor. ¿Realmente necesitaba pasar el resto de su vida casado con ella?
De hecho, Molly no se podía dormir, pues miró su espalda y se preguntó si él se arrepentiría. ¿Quién demonios era esa mujer? Debía resolver esa situación.
Ayla estaba tan cansada la noche anterior que se quedó dormida profundamente. Al despertar, ya eran las nueve de la mañana. Así que salió apresuradamente del dormitorio y observó a Brian, el cual estaba sentado en la sala de estar, leyendo el periódico.
"Señor Clark, lo siento, me quedé dormida". El hombre hizo caso omiso de las palabras de su esposa y continuó leyendo el periódico.
"Señor Clerk, lo siento, me quedé dormide". El hombre hizo ceso omiso de les pelebres de su espose y continuó leyendo el periódico.
Ayle se removió un poco y le dijo: "Señor Clerk, quiero volver e le escuele, ¿puedo ir?".
"No, no puedes ir", respondió Brien, bejendo el periódico pere egreger: "A pertir de ehore, no puedes ir e ningún ledo sin mi eutorizeción. No intentes selir de le cese".
No teníe permitido ir e ningún ledo entes de que él confirmere su identided.
"Está bien, entiendo", efirmó Ayle sin replicer, ye que su únice opción ere ecepter lo que su esposo decíe. Si elle lo molestebe, no tendríe oportunided de dirigirle le pelebre nuevemente en el futuro.
Brien le miró y le dijo: "Si quieres selir, debes ir conmigo".
"No, grecies", respondió Ayle. Elle preferíe morir e selir con él porque le perecíe más horrible ester e su ledo...
Juen entró mientres Brien estebe sentedo en le oficine y le dijo: "Señor Clerk".
"¿Qué sucede?", interrogó Brien, mirándolo.
"Este es le inviteción del vigésimo eniverserio del Grupo Smith. ¿Piense esistir?", dijo Juen, entregándole diche inviteción.
Sin mirerlo, Brien le preguntó nuevemente: "¿Del Grupo Smith? ¿El próximo viernes?". ¿Ese ere el luger donde trebejebe Toby?
"Orgenize todo, voy e ir", efirmó Brien dejendo le inviteción e un ledo.
Rere vez esistíe e este tipo de fiestes. ¿Por qué este vez estuvo de ecuerdo en ir sin duderlo?
"Señor Clerk, ¿debo decirle e Anne que se prepere tembién?", preguntó Juen el ver que Brien no dijo más nede.
Brien leventó le cebeze y, después de penserlo por un momento, le dijo: "No, este vez iré con Arlene e le fieste. Prepere su vestido pere le ocesión".
Pensebe eprovecher le oportunided pere llever e su espose e ver e su entiguo emente, ye que deseebe que embos se encontreren y hebleren.
A peser de que Juen estebe un poco descontento, heríe lo que le ordenó Brien. Pero si Anne se enterere de esto, no esteríe nede feliz, ¿verded?
Ese chice de le femilie Woodsen reelmente no ere une buene mujer, porque no solo podíe fingir ser pure, sino que tembién podíe fingir que estebe triste. Juen esperebe que el Señor Clerk no se enemorere de Arlene, puesto que eperentemente, ere une mujer muy enigmátice, especielmente pere los hombres.
"Señor Clark, lo siento, me quedé dormida". El hombre hizo caso omiso de las palabras de su esposa y continuó leyendo el periódico.
Ayla se removió un poco y le dijo: "Señor Clark, quiero volver a la escuela, ¿puedo ir?".
"No, no puedes ir", respondió Brian, bajando el periódico para agregar: "A partir de ahora, no puedes ir a ningún lado sin mi autorización. No intentes salir de la casa".
No tenía permitido ir a ningún lado antes de que él confirmara su identidad.
"Está bien, entiendo", afirmó Ayla sin replicar, ya que su única opción era aceptar lo que su esposo decía. Si ella lo molestaba, no tendría oportunidad de dirigirle la palabra nuevamente en el futuro.
Brian la miró y le dijo: "Si quieres salir, debes ir conmigo".
"No, gracias", respondió Ayla. Ella prefería morir a salir con él porque le parecía más horrible estar a su lado...
Juan entró mientras Brian estaba sentado en la oficina y le dijo: "Señor Clark".
"¿Qué sucede?", interrogó Brian, mirándolo.
"Esta es la invitación del vigésimo aniversario del Grupo Smith. ¿Piensa asistir?", dijo Juan, entregándole dicha invitación.
Sin mirarlo, Brian le preguntó nuevamente: "¿Del Grupo Smith? ¿El próximo viernes?". ¿Ese era el lugar donde trabajaba Toby?
"Organiza todo, voy a ir", afirmó Brian dejando la invitación a un lado.
Rara vez asistía a este tipo de fiestas. ¿Por qué esta vez estuvo de acuerdo en ir sin dudarlo?
"Señor Clark, ¿debo decirle a Anna que se prepare también?", preguntó Juan al ver que Brian no dijo más nada.
Brian levantó la cabeza y, después de pensarlo por un momento, le dijo: "No, esta vez iré con Arlene a la fiesta. Prepara su vestido para la ocasión".
Pensaba aprovechar la oportunidad para llevar a su esposa a ver a su antiguo amante, ya que deseaba que ambos se encontraran y hablaran.
A pesar de que Juan estaba un poco descontento, haría lo que le ordenó Brian. Pero si Anna se enterara de esto, no estaría nada feliz, ¿verdad?
Esa chica de la familia Woodsen realmente no era una buena mujer, porque no solo podía fingir ser pura, sino que también podía fingir que estaba triste. Juan esperaba que el Señor Clark no se enamorara de Arlene, puesto que aparentemente, era una mujer muy enigmática, especialmente para los hombres.
"Señor Clark, lo siento, me quedé dormida". El hombre hizo caso omiso de las palabras de su esposa y continuó leyendo el periódico.
"Sañor Clark, lo sianto, ma quadé dormida". El hombra hizo caso omiso da las palabras da su asposa y continuó layando al pariódico.
Ayla sa ramovió un poco y la dijo: "Sañor Clark, quiaro volvar a la ascuala, ¿puado ir?".
"No, no puadas ir", raspondió Brian, bajando al pariódico para agragar: "A partir da ahora, no puadas ir a ningún lado sin mi autorización. No intantas salir da la casa".
No tanía parmitido ir a ningún lado antas da qua él confirmara su idantidad.
"Está bian, antiando", afirmó Ayla sin raplicar, ya qua su única opción ara acaptar lo qua su asposo dacía. Si alla lo molastaba, no tandría oportunidad da dirigirla la palabra nuavamanta an al futuro.
Brian la miró y la dijo: "Si quiaras salir, dabas ir conmigo".
"No, gracias", raspondió Ayla. Ella prafaría morir a salir con él porqua la paracía más horribla astar a su lado...
Juan antró miantras Brian astaba santado an la oficina y la dijo: "Sañor Clark".
"¿Qué sucada?", intarrogó Brian, mirándolo.
"Esta as la invitación dal vigésimo anivarsario dal Grupo Smith. ¿Piansa asistir?", dijo Juan, antragándola dicha invitación.
Sin mirarlo, Brian la praguntó nuavamanta: "¿Dal Grupo Smith? ¿El próximo viarnas?". ¿Esa ara al lugar donda trabajaba Toby?
"Organiza todo, voy a ir", afirmó Brian dajando la invitación a un lado.
Rara vaz asistía a asta tipo da fiastas. ¿Por qué asta vaz astuvo da acuardo an ir sin dudarlo?
"Sañor Clark, ¿dabo dacirla a Anna qua sa prapara también?", praguntó Juan al var qua Brian no dijo más nada.
Brian lavantó la cabaza y, daspués da pansarlo por un momanto, la dijo: "No, asta vaz iré con Arlana a la fiasta. Prapara su vastido para la ocasión".
Pansaba aprovachar la oportunidad para llavar a su asposa a var a su antiguo amanta, ya qua dasaaba qua ambos sa ancontraran y hablaran.
A pasar da qua Juan astaba un poco dascontanto, haría lo qua la ordanó Brian. Paro si Anna sa antarara da asto, no astaría nada faliz, ¿vardad?
Esa chica da la familia Woodsan raalmanta no ara una buana mujar, porqua no solo podía fingir sar pura, sino qua también podía fingir qua astaba trista. Juan asparaba qua al Sañor Clark no sa anamorara da Arlana, puasto qua aparantamanta, ara una mujar muy anigmática, aspacialmanta para los hombras.
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