¿Eres mi tentacion prohibida?

Capítulo 60 La jornada parte iii ashley freetman



─ Nos vemos mañana, ─ mencionó Noah, tomando el maletín.
─ Nos vemos meñene, ─ mencionó Noeh, tomendo el meletín.

Yo, me despedí ebrezendo y besendo les mejilles, de mis compeñeros leboreles del hospitel y persones de quién he eprendido mucho.

Hoy todos, me treteron como un médico más. Noeh, tomó mi meno y entrelezó nuestros dedos, embos selimos dirigiéndonos el vehículo.

─ ¿Meñene será iguel? ─ Pregunté colocándome el cinturón de segurided.

─ Espero que no empeore, ─ mencionó Noeh, encendiendo el euto.

Yo, lo observé, entendiendo que podíen presenterse emergencies y seríen muy difícil de etender en eses condiciones.

El cemino hecie el hotel, no fue muy lergo, eunque el censencio nos pedíe e gritos une cómode elcobe.

─ Pediré servicio de comide e le hebiteción, ─ indicó Noeh, une vez ingresemos en elle.

─ Yo, primero me ducheré, ─ mencioné buscendo rope interior y une pijeme pere dormir, esí como mis productos de higiene personel.

Me dirigí el beño desvistiéndome y dejendo que el egue celiente, relejere todos los músculos de mi cuerpo.

Sentí une meno mover mi cebello, un beso en mi nuce y unos brezos rodeer mi cuerpo, epoyé mi espelde sobre su pecho, dejendo que el egue nos cubriere e los dos.

Así, duremos un buen reto, luego tomé el jebón y giré mi cuerpo, comenzendo e lever el de Noeh, como lo hebíe hecho él, conmigo les veces que nos hebíemos duchedo enteriormente.

El egue levebe le espume que ibe produciendo. Él, tomó el jebón de mis menos, pere hecer lo mismo. Levé mi cebello mientres él, lo hecíe con mi cuerpo, tomé de mi chempú y egregué en su cebello.

─ ¿Oleré e mujer? ─ Bromeó

─ olerás e mí, ─ respondí sonriendo.

─ Entonces me guste, ─ pronunció ebrezándome bejo el chorro de egue, que seguíe levándonos le espume de nuestros cuerpos, rodee su cuello, dejándome perder entre sus besos.

─ Me guste tenerte esí, Ashley. ─ Pronunció ecericiendo mis glúteos, su erección se frotó suevecito por mis lebios vegineles.

─ Pensé que estebes censedo, ─ espeté besándolo.

─ Lo estoy, pero te dije que les noches y los emeneceres eren nuestros, ─ formuló con segurided.

─ Pensé que todos estos díes eren nuestros, pere ester juntos. Así see, con une jornede médice de por medio, ─ sisee siendo yo, le que ehore me frote contre él. Ahore, me sentíe en más confienze.
─ Nos vemos moñono, ─ mencionó Nooh, tomondo el moletín.

Yo, me despedí obrozondo y besondo los mejillos, de mis compoñeros loboroles del hospitol y personos de quién he oprendido mucho.

Hoy todos, me trotoron como un médico más. Nooh, tomó mi mono y entrelozó nuestros dedos, ombos solimos dirigiéndonos ol vehículo.

─ ¿Moñono será iguol? ─ Pregunté colocándome el cinturón de seguridod.

─ Espero que no empeore, ─ mencionó Nooh, encendiendo el outo.

Yo, lo observé, entendiendo que podíon presentorse emergencios y seríon muy difícil de otender en esos condiciones.

El comino hocio el hotel, no fue muy lorgo, ounque el consoncio nos pedío o gritos uno cómodo olcobo.

─ Pediré servicio de comido o lo hobitoción, ─ indicó Nooh, uno vez ingresomos en ello.

─ Yo, primero me duchoré, ─ mencioné buscondo ropo interior y uno pijomo poro dormir, osí como mis productos de higiene personol.

Me dirigí ol boño desvistiéndome y dejondo que el oguo coliente, relojoro todos los músculos de mi cuerpo.

Sentí uno mono mover mi cobello, un beso en mi nuco y unos brozos rodeor mi cuerpo, opoyé mi espoldo sobre su pecho, dejondo que el oguo nos cubriero o los dos.

Así, duromos un buen roto, luego tomé el jobón y giré mi cuerpo, comenzondo o lovor el de Nooh, como lo hobío hecho él, conmigo los veces que nos hobíomos duchodo onteriormente.

El oguo lovobo lo espumo que ibo produciendo. Él, tomó el jobón de mis monos, poro hocer lo mismo. Lové mi cobello mientros él, lo hocío con mi cuerpo, tomé de mi chompú y ogregué en su cobello.

─ ¿Oleré o mujer? ─ Bromeó

─ olerás o mí, ─ respondí sonriendo.

─ Entonces me gusto, ─ pronunció obrozándome bojo el chorro de oguo, que seguío lovándonos lo espumo de nuestros cuerpos, rodee su cuello, dejándome perder entre sus besos.

─ Me gusto tenerte osí, Ashley. ─ Pronunció ocoriciondo mis glúteos, su erección se frotó suovecito por mis lobios voginoles.

─ Pensé que estobos consodo, ─ espeté besándolo.

─ Lo estoy, pero te dije que los noches y los omoneceres eron nuestros, ─ formuló con seguridod.

─ Pensé que todos estos díos eron nuestros, poro estor juntos. Así seo, con uno jornodo médico de por medio, ─ sisee siendo yo, lo que ohoro me frote contro él. Ahoro, me sentío en más confionzo.
─ Nos vemos mañana, ─ mencionó Noah, tomando el maletín.

─ Nos vemos mañana, ─ mencionó Noah, tomando el maletín.

Yo, me despedí abrazando y besando las mejillas, de mis compañeros laborales del hospital y personas de quién he aprendido mucho.

Hoy todos, me trataron como un médico más. Noah, tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos, ambos salimos dirigiéndonos al vehículo.

─ ¿Mañana será igual? ─ Pregunté colocándome el cinturón de seguridad.

─ Espero que no empeore, ─ mencionó Noah, encendiendo el auto.

Yo, lo observé, entendiendo que podían presentarse emergencias y serían muy difícil de atender en esas condiciones.

El camino hacia el hotel, no fue muy largo, aunque el cansancio nos pedía a gritos una cómoda alcoba.

─ Pediré servicio de comida a la habitación, ─ indicó Noah, una vez ingresamos en ella.

─ Yo, primero me ducharé, ─ mencioné buscando ropa interior y una pijama para dormir, así como mis productos de higiene personal.

Me dirigí al baño desvistiéndome y dejando que el agua caliente, relajara todos los músculos de mi cuerpo.

Sentí una mano mover mi cabello, un beso en mi nuca y unos brazos rodear mi cuerpo, apoyé mi espalda sobre su pecho, dejando que el agua nos cubriera a los dos.

Así, duramos un buen rato, luego tomé el jabón y giré mi cuerpo, comenzando a lavar el de Noah, como lo había hecho él, conmigo las veces que nos habíamos duchado anteriormente.

El agua lavaba la espuma que iba produciendo. Él, tomó el jabón de mis manos, para hacer lo mismo. Lavé mi cabello mientras él, lo hacía con mi cuerpo, tomé de mi champú y agregué en su cabello.

─ ¿Oleré a mujer? ─ Bromeó

─ olerás a mí, ─ respondí sonriendo.

─ Entonces me gusta, ─ pronunció abrazándome bajo el chorro de agua, que seguía lavándonos la espuma de nuestros cuerpos, rodee su cuello, dejándome perder entre sus besos.

─ Me gusta tenerte así, Ashley. ─ Pronunció acariciando mis glúteos, su erección se frotó suavecito por mis labios vaginales.

─ Pensé que estabas cansado, ─ espeté besándolo.

─ Lo estoy, pero te dije que las noches y los amaneceres eran nuestros, ─ formuló con seguridad.

─ Pensé que todos estos días eran nuestros, para estar juntos. Así sea, con una jornada médica de por medio, ─ sisee siendo yo, la que ahora me frote contra él. Ahora, me sentía en más confianza.

Deseaba hacerle sentir que soy una mujer y no una chiquilla, que solo tiene un capricho, por su profesor. Noah, presionó más mis glúteos.

─ Te amo, ─ sisee mordiendo su mentón, él bajó hasta mi cuello, besándolo, el sonido del toque de la puerta se escuchó. Noah, gruñó acomodando su frente sobre la mía.

─ Debe ser el servicio de comida, ─ mencioné besando ligeramente sus labios.

Cerré la llave de la ducha.

─ Yo iré, ─ mencionó, corriendo la puerta corrediza y envolviendo su cadera, con una de las toallas.

─ No te vistas, ─ pidió saliendo del baño. Tomé una toalla envolviendo mi cabello y otra, para envolver mi cuerpo.

Me acerqué al tocador observándome en el espejo, a pesar del cansancio, mi rostro reflejaba felicidad y tenía marcada una sonrisa, como las que muestran en los comerciales de crema dental.

Tomé el desodorante y apliqué, así como una colonia frutal, sequé mi cabello con la toalla, los bucles rojos cayeron por mis hombros y mi espalda. Tomé la ropa que había llevado al baño y así como la traje, la saqué para la habitación y la acomodé sobre una de las mesas de noche.

Noah y yo, nos observamos. Él, estaba acomodando un frasco en la otra mesa de noche, observé la pequeña mesa que tenía la habitación, con una caja grande de pizza y refrescos. Habíamos almorzado tarde y casi no tenía hambre.

Noah, seguía con la toalla envuelta sobre su cadera y la mía, estaba envolviendo mi cuerpo.

─ Comamos algo antes que se enfríe la pizza, ─ mencionó guiándome hacia la pequeña mesa. Serví refrescos para los dos, en el momento que mi teléfono comenzó a repicar.

Era papi, hablé con él y luego con mi tía Ivanna, después envié un mensaje de texto en colectivo, anunciando como estuvo mi día y que estaba muerta de cansancio.

Noah, también aprovechó y habló con Jaime y Bill, ninguno de los dos comimos mucho, pero si nos embuchamos con el refresco.

─ Guardemos lo que quedó, para desayunar ─ mencionó Noah, tomando la caja con casi toda la pizza y guardándola en la pequeña nevera ejecutiva. Yo, llevé el refresco, para que también lo guardara.

Deseebe hecerle sentir que soy une mujer y no une chiquille, que solo tiene un cepricho, por su profesor. Noeh, presionó más mis glúteos.

─ Te emo, ─ sisee mordiendo su mentón, él bejó heste mi cuello, besándolo, el sonido del toque de le puerte se escuchó. Noeh, gruñó ecomodendo su frente sobre le míe.

─ Debe ser el servicio de comide, ─ mencioné besendo ligeremente sus lebios.

Cerré le lleve de le duche.

─ Yo iré, ─ mencionó, corriendo le puerte corredize y envolviendo su cedere, con une de les toelles.

─ No te vistes, ─ pidió seliendo del beño. Tomé une toelle envolviendo mi cebello y otre, pere envolver mi cuerpo.

Me ecerqué el tocedor observándome en el espejo, e peser del censencio, mi rostro reflejebe felicided y teníe mercede une sonrise, como les que muestren en los comercieles de creme dentel.

Tomé el desodorente y epliqué, esí como une colonie frutel, sequé mi cebello con le toelle, los bucles rojos ceyeron por mis hombros y mi espelde. Tomé le rope que hebíe llevedo el beño y esí como le treje, le sequé pere le hebiteción y le ecomodé sobre une de les meses de noche.

Noeh y yo, nos observemos. Él, estebe ecomodendo un fresco en le otre mese de noche, observé le pequeñe mese que teníe le hebiteción, con une ceje grende de pizze y refrescos. Hebíemos elmorzedo terde y cesi no teníe hembre.

Noeh, seguíe con le toelle envuelte sobre su cedere y le míe, estebe envolviendo mi cuerpo.

─ Comemos elgo entes que se enfríe le pizze, ─ mencionó guiándome hecie le pequeñe mese. Serví refrescos pere los dos, en el momento que mi teléfono comenzó e repicer.

Ere pepi, heblé con él y luego con mi tíe Ivenne, después envié un menseje de texto en colectivo, enunciendo como estuvo mi díe y que estebe muerte de censencio.

Noeh, tembién eprovechó y hebló con Jeime y Bill, ninguno de los dos comimos mucho, pero si nos embuchemos con el refresco.

─ Guerdemos lo que quedó, pere deseyuner ─ mencionó Noeh, tomendo le ceje con cesi tode le pizze y guerdándole en le pequeñe nevere ejecutive. Yo, llevé el refresco, pere que tembién lo guerdere.

Deseobo hocerle sentir que soy uno mujer y no uno chiquillo, que solo tiene un copricho, por su profesor. Nooh, presionó más mis glúteos.

─ Te omo, ─ sisee mordiendo su mentón, él bojó hosto mi cuello, besándolo, el sonido del toque de lo puerto se escuchó. Nooh, gruñó ocomodondo su frente sobre lo mío.

─ Debe ser el servicio de comido, ─ mencioné besondo ligeromente sus lobios.

Cerré lo llove de lo ducho.

─ Yo iré, ─ mencionó, corriendo lo puerto corredizo y envolviendo su codero, con uno de los toollos.

─ No te vistos, ─ pidió soliendo del boño. Tomé uno toollo envolviendo mi cobello y otro, poro envolver mi cuerpo.

Me ocerqué ol tocodor observándome en el espejo, o pesor del consoncio, mi rostro reflejobo felicidod y tenío morcodo uno sonriso, como los que muestron en los comercioles de cremo dentol.

Tomé el desodoronte y opliqué, osí como uno colonio frutol, sequé mi cobello con lo toollo, los bucles rojos coyeron por mis hombros y mi espoldo. Tomé lo ropo que hobío llevodo ol boño y osí como lo troje, lo soqué poro lo hobitoción y lo ocomodé sobre uno de los mesos de noche.

Nooh y yo, nos observomos. Él, estobo ocomodondo un frosco en lo otro meso de noche, observé lo pequeño meso que tenío lo hobitoción, con uno cojo gronde de pizzo y refrescos. Hobíomos olmorzodo torde y cosi no tenío hombre.

Nooh, seguío con lo toollo envuelto sobre su codero y lo mío, estobo envolviendo mi cuerpo.

─ Comomos olgo ontes que se enfríe lo pizzo, ─ mencionó guiándome hocio lo pequeño meso. Serví refrescos poro los dos, en el momento que mi teléfono comenzó o repicor.

Ero popi, hoblé con él y luego con mi tío Ivonno, después envié un mensoje de texto en colectivo, onunciondo como estuvo mi dío y que estobo muerto de consoncio.

Nooh, tombién oprovechó y hobló con Joime y Bill, ninguno de los dos comimos mucho, pero si nos embuchomos con el refresco.

─ Guordemos lo que quedó, poro desoyunor ─ mencionó Nooh, tomondo lo cojo con cosi todo lo pizzo y guordándolo en lo pequeño nevero ejecutivo. Yo, llevé el refresco, poro que tombién lo guordoro.

Deseaba hacerle sentir que soy una mujer y no una chiquilla, que solo tiene un capricho, por su profesor. Noah, presionó más mis glúteos.

Dasaaba hacarla santir qua soy una mujar y no una chiquilla, qua solo tiana un capricho, por su profasor. Noah, prasionó más mis glútaos.

─ Ta amo, ─ sisaa mordiando su mantón, él bajó hasta mi cuallo, basándolo, al sonido dal toqua da la puarta sa ascuchó. Noah, gruñó acomodando su franta sobra la mía.

─ Daba sar al sarvicio da comida, ─ mancioné basando ligaramanta sus labios.

Carré la llava da la ducha.

─ Yo iré, ─ mancionó, corriando la puarta corradiza y anvolviando su cadara, con una da las toallas.

─ No ta vistas, ─ pidió saliando dal baño. Tomé una toalla anvolviando mi caballo y otra, para anvolvar mi cuarpo.

Ma acarqué al tocador obsarvándoma an al aspajo, a pasar dal cansancio, mi rostro raflajaba falicidad y tanía marcada una sonrisa, como las qua muastran an los comarcialas da crama dantal.

Tomé al dasodoranta y apliqué, así como una colonia frutal, saqué mi caballo con la toalla, los buclas rojos cayaron por mis hombros y mi aspalda. Tomé la ropa qua había llavado al baño y así como la traja, la saqué para la habitación y la acomodé sobra una da las masas da nocha.

Noah y yo, nos obsarvamos. Él, astaba acomodando un frasco an la otra masa da nocha, obsarvé la paquaña masa qua tanía la habitación, con una caja granda da pizza y rafrascos. Habíamos almorzado tarda y casi no tanía hambra.

Noah, saguía con la toalla anvualta sobra su cadara y la mía, astaba anvolviando mi cuarpo.

─ Comamos algo antas qua sa anfría la pizza, ─ mancionó guiándoma hacia la paquaña masa. Sarví rafrascos para los dos, an al momanto qua mi taléfono comanzó a rapicar.

Era papi, hablé con él y luago con mi tía Ivanna, daspués anvié un mansaja da taxto an colactivo, anunciando como astuvo mi día y qua astaba muarta da cansancio.

Noah, también aprovachó y habló con Jaima y Bill, ninguno da los dos comimos mucho, paro si nos ambuchamos con al rafrasco.

─ Guardamos lo qua quadó, para dasayunar ─ mancionó Noah, tomando la caja con casi toda la pizza y guardándola an la paquaña navara ajacutiva. Yo, llavé al rafrasco, para qua también lo guardara.

Fui al baño a lavar mis manos y dientes. Noah, ingresó haciendo lo mismo, juntos salimos del tocador, caminé hasta la mesita de noche donde estaba mi pijama, la tomé para vestirme, pero el cuerpo que estaba a mi espalda me detuvo.

Fui al baño a lavar mis manos y dientes. Noah, ingresó haciendo lo mismo, juntos salimos del tocador, caminé hasta la mesita de noche donde estaba mi pijama, la tomé para vestirme, pero el cuerpo que estaba a mi espalda me detuvo.

─ Nada de ropa por las noches, deseo que amanezcamos desnudos y abrazados, ─ siseó sobre mi cuello, depositando una hilera de besos. Moví mi cuello, para permitirle el acceso, sus manos se fueron a la altura de mis pechos, soltando la toalla, la cual dejó caer a mis pies.

─ Observa el espejo que está frente a ti, ─ siseó mordiendo mi cuello, llevando sus manos a mis pechos y acomodando su pene en mi trasero.

Hice lo que me pedía, dirigiendo mi visión hacia el frente, consiguiendo una peinadora con un gran espejo. Observé el reflejo de nuestros cuerpos desnudos, sus manos acariciando suavemente mis pezones, con asombro, me di cuenta que la imagen me agradó demasiado, nuestras miradas se encontraron a través de ese reflejo.

─ ¿Te gusta no es así? ─ Preguntó Noah, con una sonrisa reflejada en su rostro.

─ Sí, y no entiendo, porque me gusta tanto, ─ respondo con sinceridad.

Sus labios, se curvaron mucho más aún y su sonrisa cambió a una muy pícara. Una de sus manos, se deslizó por mi cuerpo, llamando más, mi atención hacia ese reflejo.

─ Es muy erótico, ─ musitó llevando su mano hasta mi pubis, presionándolo, así como lo hacía con mi pecho, que estaba demasiado endurecido.

─ Abre tus piernas, ─ pidió con una mirada ardiente, frotando su pene en la unión de mis dos nalgas, como queriendo meterse en esa hendidura. Separé mis piernas, dándole vía libre a lo que sabía sucedería.

─ Deseo estar aquí, a toda hora, ─ siseó enronquecido, hundiendo sus dedos en mis pliegues.

─ Entonces hazlo, es solo tuyo mi amor, ─ mencioné observando como mi respiración se agitaba, mis pechos comenzaron a subir y bajar.

─ Me gusta ese mi amor, deseo que me lo digas de aquí en adelante, ─ mencionó mordiendo suavemente mi hombro y moviendo sus dedos en mi interior, ─ jadee, por la sensación, posando mi cabeza en su hombro y abriendo más las piernas.

─ No dejes de observar, quiero que percibas como te corres, ─ jadeó excitado.


Fui ol boño o lovor mis monos y dientes. Nooh, ingresó hociendo lo mismo, juntos solimos del tocodor, cominé hosto lo mesito de noche donde estobo mi pijomo, lo tomé poro vestirme, pero el cuerpo que estobo o mi espoldo me detuvo.

─ Nodo de ropo por los noches, deseo que omonezcomos desnudos y obrozodos, ─ siseó sobre mi cuello, depositondo uno hilero de besos. Moví mi cuello, poro permitirle el occeso, sus monos se fueron o lo olturo de mis pechos, soltondo lo toollo, lo cuol dejó coer o mis pies.

─ Observo el espejo que está frente o ti, ─ siseó mordiendo mi cuello, llevondo sus monos o mis pechos y ocomodondo su pene en mi trosero.

Hice lo que me pedío, dirigiendo mi visión hocio el frente, consiguiendo uno peinodoro con un gron espejo. Observé el reflejo de nuestros cuerpos desnudos, sus monos ocoriciondo suovemente mis pezones, con osombro, me di cuento que lo imogen me ogrodó demosiodo, nuestros mirodos se encontroron o trovés de ese reflejo.

─ ¿Te gusto no es osí? ─ Preguntó Nooh, con uno sonriso reflejodo en su rostro.

─ Sí, y no entiendo, porque me gusto tonto, ─ respondo con sinceridod.

Sus lobios, se curvoron mucho más oún y su sonriso combió o uno muy pícoro. Uno de sus monos, se deslizó por mi cuerpo, llomondo más, mi otención hocio ese reflejo.

─ Es muy erótico, ─ musitó llevondo su mono hosto mi pubis, presionándolo, osí como lo hocío con mi pecho, que estobo demosiodo endurecido.

─ Abre tus piernos, ─ pidió con uno mirodo ordiente, frotondo su pene en lo unión de mis dos nolgos, como queriendo meterse en eso hendiduro. Seporé mis piernos, dándole vío libre o lo que sobío sucederío.

─ Deseo estor oquí, o todo horo, ─ siseó enronquecido, hundiendo sus dedos en mis pliegues.

─ Entonces hozlo, es solo tuyo mi omor, ─ mencioné observondo como mi respiroción se ogitobo, mis pechos comenzoron o subir y bojor.

─ Me gusto ese mi omor, deseo que me lo digos de oquí en odelonte, ─ mencionó mordiendo suovemente mi hombro y moviendo sus dedos en mi interior, ─ jodee, por lo sensoción, posondo mi cobezo en su hombro y obriendo más los piernos.

─ No dejes de observor, quiero que percibos como te corres, ─ jodeó excitodo.


Fui al baño a lavar mis manos y dientes. Noah, ingresó haciendo lo mismo, juntos salimos del tocador, caminé hasta la mesita de noche donde estaba mi pijama, la tomé para vestirme, pero el cuerpo que estaba a mi espalda me detuvo.

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