Reconstrúyeme mientras me rompes

Las guerras traen destrucción de pueblos, muerte, pero si alguien vive no se puede decir precisamente que es un privilegio, no cuando sus almas han sido rasgadas sin piedad alguna, cuando lo que se quiere pedir es piedad y no se siente más piedad que en pedir que terminen con su vida y se cumpla. Gian lo sabía, él había sentido su alma ser rasgada tras la invasión a su pueblo, quería suplicar por piedad, que lo mataran, pero al mismo tiempo se preguntaba si era justo terminar con la vida de alguien más si la suya acababa, él no quería ser egoísta con el ser que crecía en su interior, pero estaba cansado de luchar después de darse cuenta que luchar no servía porque eso no lo había liberado, no había reparado su alma y ahora sólo quería morir.